¡Gol!
En La Alberca de Don Pedro tenían un equipos de fútbol, el Real Alberca cf. En la Alberca de Don Pedro también tenían un negro.
Había aparecido una mañana de agosto por la calle Mayor, y todo el que le veía pasar le miraba asombrado, sólo habían visto negros por la tele. Shehu, pronto fue una celebridad, quién más, quién menos, se las ingenió para acercarse a él y conocerle. El nigeriano estaba sorprendido por el cariño que le demostraban, sobre todo algunas mujeres, no se consideraba un hombre atractivo o por lo menos en su ciudad natal no había despuntado por su belleza, pero aquí las hembras se lo rifaban.
No sabía Shehu que su primera conquista allí, Remedios, le había contado a su amiga Laura el susto que se llevó cuando se había quitado la ropa y había visto ¡Aquello! Laura un poco traumatizada por lo que le había contado Remedios, no pudo por menos que contárselo a su hermana, y así de boca en boca, Shehu fue considerado por las damas como un exquisito bocado que había que cocinar en su propio horno.
Además de ser un deseado objeto sexual, Shehu había encontrado pronto trabajo ayudando en el bar El Trago, a Germán el dueño del mismo. Enseguida aprendió a tirar cañas, poner torreznos de aperitivos y a dar conversación a los parroquianos.
Germán era hincha del Real Alberca y contagió su pasión por el equipo a Shehu..Cuando el RA salía a jugar fuera de la ciudad, cerraban el bar y se iban en el scooter de Germán detrás del autobús del equipo. Después del partido, volvían ya mas despacio, eufóricos si RA había ganado, pensativos si no, y a la puerta de El Trago se despedían hasta el día siguiente.
A todo el mundo en La Alberca le gustaba Shehu, bueno a todos menos a uno. Samuel era uno de los municipales de la ciudad, muy conocido también pero no de la misma forma que Shehu. A casi nadie de La Alberca le caía bien Samuel. Era un pendenciero que se escudaba detrás del uniforme para abusar de su poder. Samuel era habitual en El Trago como casi todo el mundo, y trataba al nigeriano con desdén -Eh, tu negro, ponme una caña ¡Pero bien tirada!¿No sabes ni tirar una caña?¡Puto negro!
El día de la final de liga, RA jugaba contra el Pastores de la Ría , y Germán y Sehu se encontraron en la puerta del bar como siempre. Cuando iban a subir a la moto vieron acercarse apresurado a Samuel. Cuando llegó a su altura se dirigió a Germán y le preguntó-¿Vas al partido?- Sí, claro ¿Por qué?-contestó Germán-Porque se me ha jodido el coche y me voy contigo-Pero…vamos Shehu y yo en la moto-¡No, ya no, ahora voy yo! Y se subió sin esperar respuesta.
Germán miró a Shehu y éste levantó los hombros y se despidió con un gesto.
Tres horas más tarde Germán detenía la moto a la puerta del bar. Samuel se bajó de ella y sin despedirse emprendió el camino hacia su casa. Cuando entró en su casa y llegó al salón encontró a su mujer tumbada en el sofá hablando por teléfono, vestida únicamente con la ropa interior.-¿Qué te pasa?¿No has visto que he llegado, y mi cena? –Su mujer musitó un-Te dejo-y colgó el teléfono.
Al otro lado de la línea, Merceditas se comía las uñas de rabia y envidia, pensando-¡Vaya gol que ha metido la muy jodía!
Había aparecido una mañana de agosto por la calle Mayor, y todo el que le veía pasar le miraba asombrado, sólo habían visto negros por la tele. Shehu, pronto fue una celebridad, quién más, quién menos, se las ingenió para acercarse a él y conocerle. El nigeriano estaba sorprendido por el cariño que le demostraban, sobre todo algunas mujeres, no se consideraba un hombre atractivo o por lo menos en su ciudad natal no había despuntado por su belleza, pero aquí las hembras se lo rifaban.
No sabía Shehu que su primera conquista allí, Remedios, le había contado a su amiga Laura el susto que se llevó cuando se había quitado la ropa y había visto ¡Aquello! Laura un poco traumatizada por lo que le había contado Remedios, no pudo por menos que contárselo a su hermana, y así de boca en boca, Shehu fue considerado por las damas como un exquisito bocado que había que cocinar en su propio horno.
Además de ser un deseado objeto sexual, Shehu había encontrado pronto trabajo ayudando en el bar El Trago, a Germán el dueño del mismo. Enseguida aprendió a tirar cañas, poner torreznos de aperitivos y a dar conversación a los parroquianos.
Germán era hincha del Real Alberca y contagió su pasión por el equipo a Shehu..Cuando el RA salía a jugar fuera de la ciudad, cerraban el bar y se iban en el scooter de Germán detrás del autobús del equipo. Después del partido, volvían ya mas despacio, eufóricos si RA había ganado, pensativos si no, y a la puerta de El Trago se despedían hasta el día siguiente.
A todo el mundo en La Alberca le gustaba Shehu, bueno a todos menos a uno. Samuel era uno de los municipales de la ciudad, muy conocido también pero no de la misma forma que Shehu. A casi nadie de La Alberca le caía bien Samuel. Era un pendenciero que se escudaba detrás del uniforme para abusar de su poder. Samuel era habitual en El Trago como casi todo el mundo, y trataba al nigeriano con desdén -Eh, tu negro, ponme una caña ¡Pero bien tirada!¿No sabes ni tirar una caña?¡Puto negro!
El día de la final de liga, RA jugaba contra el Pastores de la Ría , y Germán y Sehu se encontraron en la puerta del bar como siempre. Cuando iban a subir a la moto vieron acercarse apresurado a Samuel. Cuando llegó a su altura se dirigió a Germán y le preguntó-¿Vas al partido?- Sí, claro ¿Por qué?-contestó Germán-Porque se me ha jodido el coche y me voy contigo-Pero…vamos Shehu y yo en la moto-¡No, ya no, ahora voy yo! Y se subió sin esperar respuesta.
Germán miró a Shehu y éste levantó los hombros y se despidió con un gesto.
Tres horas más tarde Germán detenía la moto a la puerta del bar. Samuel se bajó de ella y sin despedirse emprendió el camino hacia su casa. Cuando entró en su casa y llegó al salón encontró a su mujer tumbada en el sofá hablando por teléfono, vestida únicamente con la ropa interior.-¿Qué te pasa?¿No has visto que he llegado, y mi cena? –Su mujer musitó un-Te dejo-y colgó el teléfono.
Al otro lado de la línea, Merceditas se comía las uñas de rabia y envidia, pensando-¡Vaya gol que ha metido la muy jodía!
Etiquetas: Relatos
6 Comments:
¿que más te puedo decir, Morgaana? Otra vez buen cuento. Me hiciste reir después de que esta mañana llegué tarde. Saludos
me alegro de que te hiciera reir..Un abrazo
Otro a ti...y le entro a la meme.
¡Mira que bien!
Es que hay muchos goles que no se ven y se los llevan los mejores.
Joder, como cosa de una semana que no leo por aquí ¡Vivan las vacaciones!, y segun veo has dejado bastantes de esas historias que me encantan, ala, ahora me toca leer.
Rebienvenida María.-...:)
Publicar un comentario
<< Home