Presagios
Ayer fui con mi hermana al cementerio, a visitar la tumba de mi madre, no porque piense que ella está allí, si no por que creo, que ambas, necesitamos ir de cuando en cuando.
Después fuimos hasta su casa, y echamos un vistazo a las cosas que todavía ahi allí. Encontré dos carpetas, las dos mías. Una con mis dibujos y cartas antiguas. Y otra con cosas escritas por mí, hace muchos años. Una de ellas me llamó mucho la atención.Las circunstancias que me rodeaban en aquella época, eran el fallecimiento de mi padre tres meses antes y un amor no correspondido.
30 de octubre de 1.982
Es la 1,30 del mediodía.
Estoy en casa con mi madre. Hoy es un día tonto, no tengo con quién salir y tampoco me apetece mucho.
Mari Jose está esperando una llamada del Arbeo, si no queda hoy con él va a pasar la tarde estudiando. Angeles ha quedado con un chaval que conoció ayer.
No se si al final me decidiré a ir al cine o me quedaré en casa, creo que haré lo último.
Acabo de darme cuenta que hoy hace un mes que ví a Miguel; estos treinta días se me han pasado con rapidez, he pensado mucho en él, pero no tanto como otras veces.
Tengo miedo de verle, no se si me comportaré con timidez, no quisiera, quiero que me conozca como soy o creo ser.
¿Le quiero realmente, o estoy tratando de que él me quiera? A veces me pongo a pensarlo y llego a la conclusión de que es una lucha, en la que por ahora llevo todas las de perder, pero que siento dentro de mí que la victoria será mía.
Se que tarde o temprano va a terminar queriéndome, enamorándose de mi, y temo que cuando eso suceda, yo me haya aburrido de luchar.
Hay momentos en que pienso como sería mi vida de casad, me la imagino y me gusta, pero es una cosa a la que también tengo mucho miedo.
Supongo que no me casaré, quizás por lo único que lo voy a sentir es por no tener hijos, los puedo tener por supuesto, pero no creo que sea tan valiente como para tener un hijo estando soltera.
Ayer en la cama me pareció oir hablar a mi padre con mi madre. Me sobresalté y estuve escuchando atentamente. ERa el señor Agustín, que se despedía de alguien en el patio.
Cada vez echo más de menos a mi padre, hay veces en que llego a casa y espero verle sentado en su sitio, viendo la tele, o cuando estoy oyendo música, oirle decir que la baje.
Supongo que mi madre se sentirá muy sola, pero yo no puedo hacer nada. Sólo estar con ella algún fin de semana, que supongo que no le servirá de mucho.
Me gusta escribir, leer mis pensamientos, recrearme en ellos. Algún día cuando sea una señora madura, los leeré y quizás sonría suficientemente de mis tonterías de juventud, o quizás llore por esa juventud que pasó. ¡Yo que sé! Lo mismo ni lo leo.
Hasta otra
Gloria
Después fuimos hasta su casa, y echamos un vistazo a las cosas que todavía ahi allí. Encontré dos carpetas, las dos mías. Una con mis dibujos y cartas antiguas. Y otra con cosas escritas por mí, hace muchos años. Una de ellas me llamó mucho la atención.Las circunstancias que me rodeaban en aquella época, eran el fallecimiento de mi padre tres meses antes y un amor no correspondido.
30 de octubre de 1.982
Es la 1,30 del mediodía.
Estoy en casa con mi madre. Hoy es un día tonto, no tengo con quién salir y tampoco me apetece mucho.
Mari Jose está esperando una llamada del Arbeo, si no queda hoy con él va a pasar la tarde estudiando. Angeles ha quedado con un chaval que conoció ayer.
No se si al final me decidiré a ir al cine o me quedaré en casa, creo que haré lo último.
Acabo de darme cuenta que hoy hace un mes que ví a Miguel; estos treinta días se me han pasado con rapidez, he pensado mucho en él, pero no tanto como otras veces.
Tengo miedo de verle, no se si me comportaré con timidez, no quisiera, quiero que me conozca como soy o creo ser.
¿Le quiero realmente, o estoy tratando de que él me quiera? A veces me pongo a pensarlo y llego a la conclusión de que es una lucha, en la que por ahora llevo todas las de perder, pero que siento dentro de mí que la victoria será mía.
Se que tarde o temprano va a terminar queriéndome, enamorándose de mi, y temo que cuando eso suceda, yo me haya aburrido de luchar.
Hay momentos en que pienso como sería mi vida de casad, me la imagino y me gusta, pero es una cosa a la que también tengo mucho miedo.
Supongo que no me casaré, quizás por lo único que lo voy a sentir es por no tener hijos, los puedo tener por supuesto, pero no creo que sea tan valiente como para tener un hijo estando soltera.
Ayer en la cama me pareció oir hablar a mi padre con mi madre. Me sobresalté y estuve escuchando atentamente. ERa el señor Agustín, que se despedía de alguien en el patio.
Cada vez echo más de menos a mi padre, hay veces en que llego a casa y espero verle sentado en su sitio, viendo la tele, o cuando estoy oyendo música, oirle decir que la baje.
Supongo que mi madre se sentirá muy sola, pero yo no puedo hacer nada. Sólo estar con ella algún fin de semana, que supongo que no le servirá de mucho.
Me gusta escribir, leer mis pensamientos, recrearme en ellos. Algún día cuando sea una señora madura, los leeré y quizás sonría suficientemente de mis tonterías de juventud, o quizás llore por esa juventud que pasó. ¡Yo que sé! Lo mismo ni lo leo.
Hasta otra
Gloria
Etiquetas: Mi visión
4 Comments:
Que recuerdos tan lindos, no?
Hasta a mi me envolvio la nostalgia, yo tambien tengo como 4 diarios en casa de mi mama y ella guarda un sinfin de cartas que yo le he escrito durante mi vida.
Recuerdos, todo esta cargado de los mismos.
Besos linda!
Pues ami tambienme ha puesto nostalgica.
Tengo una carpeta llena de cosas que he escrito desde no sé cuando y no la encuentro, es como perder un album de fotos antiguas, me falta algo, nunca lo suelo leer, pero me gusta saber que está ahí, ahora no sé si esa carpeta está en España, Inglaterra, Francia o perdida en alguna mudanza
Bello escrito. Gracias por compartirlo.
Lo que más me sorprendió del escrito fue lo de "algún dia cuando sea una señora mayor...." Al principio cuando lo leí me hizo gracia, pero luego me entró una congoja....
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