Post Coito
Se arrebujó tímidamente en su pecho, y sin mirarle, le susurró, "te quiero".
Él se incorporó en la cama, y asustado le contestó : "no quiero que me quieras, te haría mucho daño".
"Ya me lo has hecho" pensó ella, aprisionando las lágrimas que pugnaban por escapar.
Él se incorporó en la cama, y asustado le contestó : "no quiero que me quieras, te haría mucho daño".
"Ya me lo has hecho" pensó ella, aprisionando las lágrimas que pugnaban por escapar.
Etiquetas: Microrelatos
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