El porqué de los dichos
¡Vete a la porra!
Esta castiza expresión, que muchos creen nacida y cultivada en Madrid, pero cuyo uso se extiende a toda España, procede de la expresión militar de castigo
y tiene su origen en el colosal bastón que llevaba el tambor mayor de los regimientos antiguos.
Este bastón labrado y rematado por un gran puño de plata, era conocido con el nombre de porra. El bastón clavado en cualquier lugar del vivac, acantonamiento o campamento, marcaba el lugar donde tenían que acudir los soldados durante el descanso para sufrir el arresto impuesto por faltas leves que hubieran cometido.
La fórmula ¡Vaya usted a la porra! era correcta y usual, aunque ahora nos parezca graciosa. El oficial, al imponer el arresto a un soldado, se expresaba en tales términos.
Del Porqué de los dichos de José María Iribarren
Esta castiza expresión, que muchos creen nacida y cultivada en Madrid, pero cuyo uso se extiende a toda España, procede de la expresión militar de castigo
¡Vaya usarced a la porra, seor soldado!
y tiene su origen en el colosal bastón que llevaba el tambor mayor de los regimientos antiguos.
Este bastón labrado y rematado por un gran puño de plata, era conocido con el nombre de porra. El bastón clavado en cualquier lugar del vivac, acantonamiento o campamento, marcaba el lugar donde tenían que acudir los soldados durante el descanso para sufrir el arresto impuesto por faltas leves que hubieran cometido.
La fórmula ¡Vaya usted a la porra! era correcta y usual, aunque ahora nos parezca graciosa. El oficial, al imponer el arresto a un soldado, se expresaba en tales términos.
Del Porqué de los dichos de José María Iribarren
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